Desde fines de noviembre de 2016, los vecinos de la
ciudad de Tres Arroyos (provincia de Buenos Aires) pueden encontrarse con un buen libro en el medio de la vereda, gracias a la inauguración de la Biblioteca Urbana María de Luján Sierra. En esta entrada, Silvana Guarino, la
bibliotecaria responsable del proyecto, nos ayuda a descubrir una propuesta que
desafía los parámetros tradicionales.
¿Qué es una biblioteca urbana? ¿Qué objetivos tiene un proyecto de estas características?
Silvana Guarino: Una biblioteca urbana es un espacio (puede adoptar distintos formatos) ubicado en la vía pública, en el cual se colocan libros infantiles,
juveniles y para adultos, de diferentes géneros literarios. El objetivo que
persigue este proyecto es promover la lectura y facilitar el acceso a los
libros.
¿Cómo funciona el sistema de préstamos?
S. G.: El préstamo no se registra en ninguna ficha, porque se apela
a la responsabilidad y solidaridad de los usuarios de la misma. El lema de
nuestra biblioteca es LLEVO UN LIBRO Y DEJO OTRO.
¿Cómo se concibe el rol del bibliotecario en una biblioteca
urbana?
S. G.: El rol del bibliotecario en esta biblioteca consiste en
ubicar en la vereda del colegio cada día la biblioteca e ingresarla al
finalizar la jornada, verificar que los libros que van ingresando a la
biblioteca urbana sean adecuados y no atenten contra la moral de los usuarios,
reponer libros cuando disminuye el fondo bibliográfico, siempre manteniendo el
número de cuarenta ejemplares a disposición, difundir y promover la utilización de misma en la
comunidad.
¿Por qué surgió el deseo de armar un proyecto de estas
características?
S. G.: El proyecto se gestó pensando en abrir el espacio de lectura
a la comunidad, tomando como ejemplo otras bibliotecas urbanas que funcionan en
el país y en el exterior.
S. G.: Observamos la experiencia en otras comunidades e
inmediatamente nos pareció un gran desafío crear una biblioteca con estas
características en nuestra ciudad. Convocamos a papás de la escuela para que
nos ayudaran a crear el espacio donde se hallan los libros (la casita) e
integramos a los alumnos de 2.o grado, que elaboraron artesanías
para entregar el día de la colecta de libros bajo la consigna “Una artesanía por un libro”. Participó toda la
escuela, y la comunidad, poco a poco, fue conociendo el proyecto y se sumó. Asimismo, convocamos a los medios de comunicación (diario,
radio, televisión) para difundir el proyecto y para solicitar, a través de
ellos, la colaboración de todos en el cuidado de la biblioteca.
¿Tuvieron o tienen contacto con otras experiencias
similares?
S. G.: No tenemos contacto directo con otras bibliotecas urbanas,
sí sabemos que existen por los medios de comunicación y las redes sociales.
¿Por qué le pusieron ese nombre a la biblioteca urbana?
S. G.: El nombre de la biblioteca se eligió porque María de Luján
Sierra es la Madre Fundadora de nuestro colegio (el Instituto Nuestra Señora de Luján, ubicado en la avenida Belgrano N.o 164 de Tres Arroyos).
S. G.: Durante el ciclo lectivo, la Biblioteca Urbana María de
Luján Sierra sale a la vereda del colegio, de lunes a viernes, desde las 8 hasta las 18. Los días de lluvia está en la
entrada del colegio, bajo techo, pero los transeúntes pueden acceder a ella sin
dificultad.
¿Cómo es la instalación material?
S. G.: El soporte es una pequeña casita de colores, similar a un
buzón para correspondencia; posee en el frente una puerta de vidrio que permite
ver el interior con libros, el horario en que funciona y el lema a respetar.
¿Cómo se formó el acervo literario?
S. G.: El acervo se formó con la donación de libros de la comunidad
educativa y del público en general.
¿Hay selección de los materiales? De ser así, ¿cuáles son
los criterios?
S. G.: La selección de materiales se realiza teniendo en cuenta la
diversidad de usuarios (libros de cuento, novelas, poesía, autoayuda, teatro,
etc.).
¿Existe conexión entre la biblioteca urbana y la biblioteca
escolar del colegio?
S. G.: Hay conexión porque compartimos lectores y experiencias,
además de la bibliotecaria.
La Biblioteca Urbana María de Luján Sierra ya lleva un tiempo
activa, ¿cómo evaluás la respuesta de los lectores?
S. G.: La biblioteca se inauguró el 24 de noviembre de 2016
y cada vez que observo el material que contiene (lo hago cada dos o tres
horas), este se modifica, lo cual indica que han pasado por allí distintos
lectores que han llevado un libro y han dejado uno distinto, el fondo
bibliográfico se modifica constantemente. La evaluación, hasta el momento, es
positiva porque no se han registrado faltantes ni deterioro y porque la
biblioteca es utilizada por los usuarios.
S. G.: Se puede contribuir de diversas maneras: difundiendo su
existencia, promoviendo su utilización, cuidando entre todos la biblioteca y
sus libros, sumando otras bibliotecas urbanas en distintos lugares de la ciudad
y, fundamentalmente, perdiendo el miedo a que se roben los libros o a que rompan la
biblioteca.
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