Sugerentes, enigmáticos, disparatados, los versos cobran un giro reflexivo hacia el final y hacen que tomemos distancia de la propia práctica de lectura y nos enfrentemos con su potencialidad subversiva. El poema no aparece completo en ningún momento, de manera que es decisión del lector intentar reponer la forma integral o quedarse con la fragmentación versal.
En contrapunto con el poema, las ilustraciones proponen una narración que cuestiona el vínculo entre creador y objeto creado; entre realidad y ficción. El recurso a la técnica mixta, con dibujos sobre fotos, desestabiliza el estatuto de realidad y crea una zona ambigua, propicia para abrir preguntas no planteadas por el texto.
Como comentario final, sugiero que le presten atención al curioso personaje que avanza lentamente sobre el margen inferior: su función parece ser la del índice, puesto que marca el timing de la lectura en tiempo real… Al principio se mueve en la zona izquierda de los imposibles; luego, cuando el poema fragua su punto de inflexión, pasa al margen derecho de lo realizado. Sin embargo, no se detiene ahí, sino que aparenta estar dispuesto a ir más allá del marco material establecido por el libro… Entonces, ¿en qué se parecen un poema y una ventana?
FICHA:
Título: Eso no se hace
Texto: Laura Wittner
Ilustración: Carlos Junowicz
Lugar: Buenos Aires
Editorial: Limonero
Año: 2015
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