lunes, 27 de mayo de 2019

Clara y el hombre en la ventana



Cuenta María Teresa Andruetto que la punta de este relato estuvo en la memoria lectora de su mamá. A partir de ese material de la biografía familiar, ella y la ilustradora Martina Trach construyeron un libro álbum precioso y sugerente. Lo conseguí en el puesto que la editorial Limonero montó en la última Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, donde este año miré mucho y compré muuuy poco pero muuuy bueno.



Pienso en una palabra que sintetice las impresiones que me dejó la lectura de Clara y el hombre en la ventana. Escribo «movimiento». Y ahí empiezo a entender de dónde puede salir la poderosa vitalidad que tiene este libro.

Un trabajo de zoom en las ilustraciones iniciales nos va metiendo de a poco, de la panorámica al detalle, en el pueblo donde transcurre la historia. El foco llega a centrarse en el personaje de Clara. El movimiento sigue, entonces, los desplazamiento de la niña en el espacio abierto de la doble página.

La casa grande donde debe entregar la canasta de ropa recién lavada por su madre se presenta como una antítesis. Una mole estática y velada. La apariencia de la casa anticipa la tendencia a la estasis del otro personaje: un señor que vive solo y encerrado con sus incontables libros.

Y así como la diferencia de temperaturas genera movimientos de aire, así el contraste entre la niña y el hombre solitario desata una dinámica, un movimiento interior, un crecimiento en ambos personajes.


La ropa va, la paga viene. La ropa va, los libros también vienen. Mediante la superposición de escenas, la ilustración nos cuenta de manera magistral el paso del tiempo. Luego de varios intercambios, el hombre decide regalarle a Clara un libro: «El de la princesa», elige la niña.

Cuando ese libro de tapas rojizas queda abierto, ¡plop!, podemos leer fragmentos de otra historia… Una historia que quienes han seguido el blog ya conocen porque la comentamos en la entrada de agosto de 2018: se trata de La durmiente, escrita con gran belleza e inteligencia por María Teresa Andruetto, e ilustrada con audacia y genialidad por Istvansch.

El juego con la intertextualidad que aporta esta cita de La durmiente refuerza el final de la narración (que no voy a anticipar) y amplía su campo de resonancia: tanto los cambios personales como las transformaciones sociales demandan coraje.  


Ficha técnica


Título: Clara y el hombre en la ventana
Autoras: texto de María Teresa Andruetto e ilustraciones de Martina Trach
Editorial: Limonero
Lugar: Buenos Aires
Año: 2018

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Enlace vinculado


María Teresa Andruetto habla sobre Clara y el hombre en la ventana en el programa radial Dejámelo pensar (26/11/2018).

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