El lunes 27 de junio la escritora Mariana Enríquez dio una
clase sobre literatura juvenil, en el marco del curso de posgrado Mundos
fantásticos. Narrativas para niños y jóvenes, que se realiza en la FLACSO, con
la coordinación de Ariana Vacchieri y Patricia Ferrante. El libro que elegimos
para poner en el ojal fue La joven
durmiente y el huso.
Mariana Enríquez, a quien Anagrama le acaba de publicar el
libro de cuentos de terror Las cosas que
perdimos en el fuego, recorrió las principales sagas literarias extranjeras,
la relación con el mundo del cómic y del cine, y la dinámica de la cultura
juvenil en Internet.
Fansy, ciencia
ficción distópica y romance gótico son tres géneros que pueden orientar la
lectura de estos materiales identificados con la categoría de literatura
juvenil, aunque en algunos casos, no fueran escritos para jóvenes, como ocurrió
con El señor de los anillos, la trilogía de J. R. R. Tolkien.
Mediante una exposición descontracturada, Enríquez propuso
un recorrido con apoyatura virtual que facilitó la exploración de otros
fenómenos derivados de la literatura: los booktubers,
la fanfiction, el cosplay, por nombrar algunos ejemplos. Según
su experta mirada, muchas de estas prácticas están vinculadas con los perfiles geek, versión tecnológica de los
antiguos nerds, quienes se
empoderaron gracias al dominio tecnológico y popularizaron consumos culturales
alternativos a lo que venía siendo el mainstream
literario.
Enríquez no eludió la complicada relación entre estos
emergentes y la capitalización que realiza la industria editorial, pero evitó
reducir todo el fenómeno a términos comerciales. En este sentido, destacó la trayectoria
de Neil Gaiman, autor de Sandman, Coraline, El libro del cementerio y La
joven durmiente y el huso, entre otros títulos, quien parece no tener
problemas para conjugar el éxito taquillero de algunos libros con un proyecto
de escritura de autor.