Pasadizos

Amanece al sur de la provincia de Buenos Aires. Cuatro grados bajo cero de sensación térmica. Levanto la persiana y exploto: «Det sner!». Alguien reclama castellano, y recién entonces advierto el pasaje automático a mi otra lengua, el cruce hacia otros territorios de la memoria. Se ha abierto un pasadizo, mientras la nieve empieza a formar un manto en el patio. Recuerdo el taller sobre María Wernicke que coordinó Laura Giussani el fin de semana pasado en las Jornadas Jitanjáfora, en Mar del Plata. Decido escribir sobre Hay días.

En el taller dedicado a la obra de María Wernicke, Laura Giussani propuso que nos diéramos tiempo para leer colectivamente las imágenes de Hay días. Pero que nos diéramos tiempo en serio. Entonces recorrimos todo el libro con el foco puesto solo en la ilustración, desde la tapa y las guardas de apertura, hasta el final.

A medida que las páginas eran proyectadas en pantalla, compartíamos interpretaciones provisorias. También nos preguntábamos si nuestras impresiones surgían de los signos plásticos (el color rojo, las grandes superficies en blanco, el cambio de línea o de encuadre, por nombrar algunos rasgos relevantes) o si surgían del plano figurativo (¿qué puede significar una silla vacía para este libro?, ¿a quién podría representar la figura masculina?).

Sin embargo, como se trata de un libro álbum, la ilustración sugiere algunos sentidos, y la palabra aporta otros. Imágenes y escritura se necesitan para contar la historia de esos días en los que el rojo-amor se transforma en rojo-dolor por la ausencia de un ser querido; esos días en los que la fantasía nos lleva por un rato a un lugar seguro. En este caso, la escritura nos permite escuchar un diálogo. Está la voz infantil que confiesa: «En nuestro jardín hay un pasadizo. No es un pozo ni un hueco en un árbol. Tampoco tiene puerta», y está la voz adulta que acompaña.

Pero ¿hay un solo pasadizo?

Porque hay días en los que nos sumergimos en un libro y pasamos hacia…

Ficha técnica

Título: Hay días
Autora: María Wernicke
Editorial: Calibroscopio
Lugar: Buenos Aires
Año: 1.° reimpresión, 2017 (1.° edición 2012)

María Wernicke junto a Pablo Bernasconi
en las Jornadas Jitanjáfora 2019

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