lunes, 20 de agosto de 2018

Ojos bien abiertos: la cita plástica en Istvansch


Quiso la suerte que mi estadía en Bahía Blanca coincidiera con la visita de Istvansch, quien ofreció dos charlas de puro disfrute, para pensar a través de la risa. Si bien en los encuentros curioseamos varios de sus libros, para esta entrada elijo mirar el trabajo de ilustración que hizo en La durmiente, de María Teresa Andruetto.






En La durmiente María Teresa Andruetto subvierte la tradición del clásico cuento que oficia de intertexto. La protagonista sigue siendo princesa y sigue siendo bella, aunque este no sea un rasgo definitorio tan importante como para aparecer a nivel del título. El sueño de la princesa —que sí es relevante y se sostiene en el título— no es provocado por ningún encantamiento, sino que constituye una elección personal de negación y huida de la realidad. Además, el principio de reconexión con el mundo deja de ser erótico —el príncipe, con beso y todo, está ausente—, para ser político. Como deja adivinar el germen narrativo contenido en el epígrafe de José Antonio Martín: «Había una vez una princesa/a quien despertó,/no el beso de un príncipe,/sino una revolución».

Y así como la prosa poética de Andruetto remite en contrapunto a la tradición del cuento clásico para tensionar lo dicho y lo no dicho, así Istvansch procesa materiales plásticos y gráficos preexistentes para construir un discurso visual de múltiples capas.

Clic para agrandar la imagen

Varios son los recursos utilizados en la propuesta de ilustración, pero pongamos la atención en uno: la cita plástica. Sobre la transparencia del papel vegetal, una línea negra inventa los personajes del cuento al tiempo que, sin previo aviso, recrea los contornos de reconocidos cuadros. Las meninas, de Diego Velázquez; Sin pan y sin trabajo, de Ernesto de la Cárcova; La libertad guiando al pueblo, de Eugéne Delacroix; Chacareros, de Antonio Berni, por nombrar algunos, se integran en la ficción como parte de la historia narrada desde la ilustración. La coexistencia de la reproducción gráfica del cuadro original y del bosquejo en tinta negra de la misma imagen permite que momentos de producción distintos aparezcan en simultáneo: ¿este procedimiento anula la historicidad para volverla intemporal y arquetípica o, más bien, otorga espesor cultural al decir contemporáneo? 

Clic para agrandar la imagen


Al final del cuento, un listado de referencias invita a volver y descubrir el juego de cajas chinas, en donde la representación ha sido objeto de una nueva representación.

Clic para agrandar

Entrelíneas


Los dibujos fluyen en una línea negra etérea y casi continua, se  superponen y contrastan con el cúmulo sólido y multicolor de otros materiales gráficos reutilizados. Pero ¿la transparencia del soporte de papel vegetal sugiere inmediatez en la percepción u opacidad en la lectura? Resulta tentador pensar que esta decisión artística desnuda una propuesta de ilustración que no es ingenua y que busca poner en marcha, justamente, una lectura «entrelíneas»Así, el trabajo del ilustrador interpela y tensiona: ¿hasta dónde quiere/puede ver quien lee?

Si fuera cierto que somos, en gran parte, el producto de las decisiones que hemos tomado: ¿hasta dónde querés ver?

Nota


Sobre las presentaciones de Istvansch en Bahía Blanca, pueden recorrer los sitios de las bibliotecas Pajarita de Papel y Bernardino Rivadavia,  como también el Face de la Escuela Superior de Artes Visuales. La imagen usada en la portada corresponde al afiche de promoción que figura en la página de la biblioteca Pajarita de Papel.


Ficha técnica





Título: La durmiente
Autor del texto: María Teresa Andruetto
Ilustraciones: Istvansch
Editorial: Alfaguara
Lugar: Buenos Aires
Año: segunda edición, 2013



No hay comentarios: