jueves, 24 de octubre de 2019

La sociedad vista con ojos de hambre


Octubre de 2019. En Chile el pueblo sale a la calle para reclamar inclusión y equidad. La movilización sorprende a la primera dama chilena, quien cree asistir a una invasión extraterrestre. Esto último no es cuento, aunque lo parece. ¿Cómo digerimos semejante ninguneo? Creo que es tiempo de armarnos con pensamientos potentes, como los que encontramos en Aventuras y desventuras de Casiperro del Hambre, de Graciela Montes.






Las primeras líneas de la dedicatoria instalan el horizonte literario con el que dialoga Aventuras y desventuras de Casiperro del Hambre: «Para Lázaro y para Pablos, maestros del hambre». Se refiere a los personajes de El Lazarillo de Tormes (1554) y de La vida del Buscón (1626), dos obras emblemáticas del género picaresco.

Sabemos que los géneros son dinámicos. Sin ir más lejos, entre El Lazarillo y la novela de Quevedo ya es posible advertir transformaciones significativas. ¿Cómo se actualiza la picaresca en Aventuras y desventuras de Casiperro del Hambre? De manera sintética podríamos reconocer que Graciela Montes recupera de esta tradición el uso de la primera persona autobiográfica; el origen pobre, buscavidas y trotamundos del personaje principal; el relato episódico de su vida; la sucesión de trabajos y de amos; la mirada crítica sobre la sociedad; la incorporación desenfadada de elementos escatológicos; el tono humorístico; el tópico de la rueda de la fortuna cifrado en la imagen del mundo-calesita y, fundamentalmente, el eje vertebrador del hambre.



Nosotros fuimos once hermanos para diez tetas, y ahí estuvo el problema. Y yo, para colmo, que nací con hambre. Un hambre que ni se imaginan, unas ganas de tragarme el mundo que ni les cuento. Muchas veces, cuando estoy tirado al sol rascándome la oreja se me da por pensar en mi hambre, en por qué será que siempre ando con hambre. No sé si será un defecto mío, que yo nací para siempre hambriento, o si será más bien que nunca tuve demasiada comida. (pág. 9)





Sin embargo, la condición perruna del personaje impulsa varios desplazamientos con respecto al género de referencia. Por un lado, incorpora elementos fantásticos dentro del horizonte realista de la picaresca. Este desplazamiento no es inédito, porque ya estaba presente en El coloquio de los perros, escrito por Cervantes y publicado en 1613. Tanto nuestro protagonista como su amigo, el Huesos, podrían ser vistos como una versión contemporánea y entrañable del dúo compuesto por Cipión y Berganza… Es más, la novela de Montes podría venir a ocupar simbólicamente la muy prometida y nunca escrita historia de Cipión. Lindo, ¿no?

Pero además, el punto de vista perruno refuerza el efecto de extrañamiento mediante un contrapunto entre naturaleza y cultura, a la vez que intensifica el componente crítico, puesto que no solamente cuestiona desde abajo la hipocresía de una sociedad acomodada, sino que denuncia la falta de empatía del ser humano para con los más desvalidos.

Tal vez por contemplación con el público infantil, la novela no se estanca en una mirada pesimista: amistad, compasión, amor, sentido de la justicia, solidaridad, dignidad, valentía y lucha por la libertad también tienen su oportunidad en las vueltas de la vida. Así llegamos a la epifanía final:


Acabo de darme cuenta de que me saqué por fin la sortija y vivo en el paraíso. Tal vez no se parezca del todo al paraíso que soñé algún día. Sin ir más lejos, jamás aterrizó a mi lado ningún osobuco gigante para invitarme a dar vueltas por el cielo. […] Fue algo de lo que me di cuenta hoy, cuando estábamos los cuatro echados al sol, espantándonos los mosquitos, que vuelven a ronronearnos cerca. Me dije que la calesita estaba dando una de sus mejores vueltas. Y que esa vuelta venía a ser, precisamente, el paraíso. Tal vez no sea un paraíso eterno, ¿pero quién dijo que ha de ser eterno el paraíso? (pág. 136)





Ficha técnica

Título: Aventuras y desventuras de Casiperro del Hambre
Autora: Graciela Montes
Ilustraciones: Oscar Rojas
Editorial: Colihue
Colección: Los libros de Boris
Lugar: Buenos Aires
Año: 1.° edición, 13.° reimpresión, 2007 (1.° impresión 1995)


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