viernes, 15 de diciembre de 2017

Sorpresas en la biblioteca Mt Albert

Do not galileo me-e, ejemplo de un minilibro 
artesanal (B. P.)


Este blog tiene espíritu movedizo. Por eso, en esta oportunidad comparto algunas experiencias que viví en una biblioteca pública de Auckland (Nueva Zelanda), donde asistí a un taller sobre libros artesanales. ¿De qué va esta entrada? De libros hechos con una sola hoja, de niños reseñistas y de poesía. Una crónica movidita y divertida, como a ustedes les gusta.












Trabajos exhibidos
Crafty Crafters es un grupo de mujeres muy creativas que cada año trabaja sobre una temática en particular. Durante el 2017, el eje convocante pasó por los libros artesanales. Todas ellas son, además, representantes de la Universidad de la Tercera Edad (U3A), una red comprometida con la inserción de los adultos mayores en la comunidad neozelandesa.

Cada artesana abordó el desafío de confeccionar libros a partir de sus habilidades específicas. El resultado fue ciertamente sorprendente: confeccionaron libros con encuadernados rústicos, libros cincelados en plata, libros plegados, libros tejidos, libros ensamblados, libros cosidos y cocidos… ¡Sí, hasta hubo un Shakespeare en formato torta!




Una hoja, un libro



Talleristas y parte de los asistentes
Entre los variados trucos de encuadernación que los asistentes pudimos aprender, seleccioné para el blog una técnica que, de manera asombrosa, transforma una simple hoja de papel en un libro. Les paso este secreto traído desde tan lejos para que lo aprovechen con los chicos.

En el siguiente video podrán seguir las indicaciones  para confeccionar fácilmente un minilibro artesanal como el que utilizamos como imagen de portada. Los materiales a utilizar son una hoja A4 y una tijera.






Los lectores como escritores



Muy bien, tenemos un soporte con formato libro listo para que los chicos inventen sus textos e ilustraciones. Y, hablando de estimular la escritura, la visita a la biblioteca pública de Mt Albert también me dio la oportunidad de conocer algunos libros gracias a las recomendaciones hechas por los propios lectores. En efecto, un panel cubierto con reseñas escritas por los chicos me entretuvo un buen rato en la sección de literatura infantil. ¿Qué descubrí siguiendo los rastros? Cuentos, historias de miedo y libros técnicos sobre volcanes  y animales marinos, dos temas que son de sumo interés para todo habitante de Nueva Zelanda, un archipiélago que forma parte del llamado Cinturón de Fuego, en Oceanía.



Poesía acuática


De la sección de poesía para chicos me llevé prestados algunos libros escritos por autores locales. Publico un par de poemas que traduje para el blog con la sola intención de que ustedes pudieran saborear un poco de la escritura producida en aquellas islas.


Me gusta estar sentada
Por Joan Dynes

Me gusta estar sentada
y pensar y pescar,
y pensar y pescar,
y estar sentada.
Y pensar y estar sentada,
y pescar –y desear
que el pez muerda un poquito la carnada.


Peces pie (brevísimo fragmento)
Por Pete Cape

Va a sonar el chapoteo
esta noche en la bañera
cuando los dos peces pie
comiencen la pelea.



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